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Por EDUARDO ARRANZ

Cuando niño, y aún de adolescente, la Psicología me resultaba algo imposible de entender, me interesaba, pero era algo inaccesible, reservado solo para algunos elegidos. En la escuela secundaria cursaba el Colegio Comercial y en 4º año decidí pasarme al Bachiller, claro, para ello tuve que rendir nueve materias, entre las que se encontraba Psicología. A partir de allí algo logré comprender, pero de manera muy superficial. Jung que es lo más profundo, sobre todo al hablar de mitos, arquetipos y demás, era todavía para mí algo imposible de captar cabalmente. Luego, de grande, por esas circunstancias de la vida, me fui metiendo de a poco en ese fascinante mundo de la Psicología, las Terapias Alternativas, la New Age y otros istmos, hasta que un día llega a mis manos un libro llamado “Estructura de la psique según Jung” de Antonio Las Heras. Ese libro, hoy agotado, pero transformado en “Psicología Junguiana”, estaba tan bien escrito, de manera tan clara para el público en general que a partir de ahí pude entender a Jung. Luego de esto ya pude leer a Jung en directo. De entre lo que leí destaco “Respuesta a Job”, tal vez un libro poco mencionado de la extensa obra del sabio suizo. Pero un libro fundamental, porque me abrió la cabeza, me permitió comprender un montón de cosas básicas sobre la esencia del universo. Un libro que rebosa de sentido común, que enseña a pensar. La vida me fue llevando a seguir interesado en estos temas y hoy tengo el alto honor de ser el editor de “Junguianos de la Argentina” y acá quiero hacer mi aporte, mi observación personal respecto a Carl Gustav Jung que es el siguiente: en la conciencia colectiva de la humanidad contemporánea, Albert Einstein figura como el genio que caracterizó al Siglo XX en el campo de las ciencias físico matemáticas. Einstein realizó una actividad intelectual cuyo campo de investigación es el mundo objetivo: los números, las leyes físicas. Todos sus descubrimientos le permitieron a la humanidad un gran avance en el terreno de las ciencias físico matemáticas y es ampliamente reconocido por esto. A mi entender hay otro genio del Siglo XX cuyas investigaciones echaron luz en el vasto campo de la psique y del espíritu, ese genio es Carl Gustav Jung. Sus descubrimientos, sus aportes, su intuición en un terreno tan espinoso como es el del psiquismo humano, han sido tan grandes que es realmente el mejor referente en este ámbito. Sí, también es justo reconocer toda la tarea realizada por Sigmund Freud; él fue el pionero en esto, pero Jung, discípulo de Freud, fue más lejos aún, llevando los descubrimientos de su maestro hasta sus últimas consecuencias y dando explicaciones y razones a todo lo que sucede en la psique con nuevos aportes. Nuestra civilización está en deuda con Jung, porque salvo algunos pequeños y aislados reconocimientos, en general y para el gran público, no ha sido ampliamente reconocido como lo que es y acabo de mencionar.

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Y también es importante considerar al lado de Einstein a Jung porque esto sería una de las síntesis integradoras de los opuestos, de las que tanto necesita nuestra civilización. Ambos en sus respectivos campos de investigación tan distintos, legaron a la humanidad importantísimos conocimientos que permitieron a ésta un gran desarrollo tanto en los aspectos externos como en los internos. Por eso, entre otras cosas, existe este periódico: su razón de ser es la de difundir y hacer conocer la obra y la vida del mago de Zurich, de, al decir de Herman Hesse “La Montaña” que fue – que es – Carl Gustav Jung.

El autor es escritor y cineasta mendocino. Miembro activo de la Asociación Junguiana Argentina (AJA)